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domingo, 22 de diciembre de 2013

Capítulo 1. "Lupus Clavem" ¡Leed el principio!

¡YA TENEMOS TWITTER!
¡Hola a todos!.
Sentimos estar robándoos tiempo de lectura del capítulo pero nos gustaría agradecer el recibimiento que ha tenido la novela.
Es increíble que en tres días tengamos casi 500 visitas. De verdad, ¡Muchas gracias a tod@s!.
También nos gustaría agradecer a algunas personas en concreto por la promoción que nos hacen en twitter.
-@5boys1canadian.
-@Ladymanhattan6
-@Bieeberwoorld ( a ti muchas gracias, por que eres una cuenta grande y aún así nos ayudas ).
-@Biebsdrauhl_

Y si olvidamos a alguien ¡Lo sentimos!.

También nos gustaría aclarar algo sobre la novela. Los primeros capítulos son un poco más " pesados " porque es una puesta en situación pero a partir del cuatro-cinco, la cosa se pone interesante.
Si tenéis alguna duda o sugerencia podéis decirlo por el blog, en nuestro twitter ( @makingfairytale) o usando el hastag #LupusClavem.

PD: Puede que haya algún laísmo o tilde. ¡Lo sentimos!. Si es así, podéis decírnoslo.

¡Esperamos que os guste!.
Un beso,

Alysa & Samantha.

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Ese pequeño pueblo se hallaba rodeado de un bosque de pinos y abetos, tan grandes que era imposible medirlos a simple vista. El cielo azul de ese día, el sonido de los animales que había allí y el aire frío hacían de ese sitio un lugar en mitad de la nada, una pequeña mancha verde en el inmenso planeta azul.
La salida del instituto, todos estaban ansiosos por irse a casa pero allí estaba él, Justin, esperando a Lis como de costumbre. La chica siempre se quedaba hablando con los profesores o con alguna amiga y eso le ponía de los nervios y más cuando se tenían que ir pronto. Su novia siempre hacía lo mismo y no se podía remediar por más que lo hablaban. Llevaban juntos medio año ya, después de mucho ella se sentía feliz a su lado, por fin lo consiguió. Al chico le gustaba mantenerla cerca de él. Pero él no estaba solo, otra chica estaba en la puerta impaciente esperando, ya que habían pasado diez minutos desde que sonó el timbre y aún así seguía allí teniendo paciencia. Sólo quería librarse de todo y escapar con ella cuando le fuese posible. Y temía que fuese otro intento de Lis por hacer que se llevasen bien aunque eso para ella era imposible. Sus sentimientos hacia el chico no se lo permitían y aun menos el modo que tenia de tratarla cuando ella no le había hecho nada nunca, pero desgraciadamente jamás se habían llevado bien.
-Hoy es mía te lo advierto Daniella- Dijo Justin apoyado en la pared. -Pierdes tu tiempo aquí.
Justin no la aguantaba, su sola presencia le ponía nervioso y siempre hacía que él y su novia se pelearan por tonterías.
-Idiota, ella me ha dicho que la espere-le espeto Daniella mientras miraba su móvil- Además no sé cómo puede estar contigo, das asco.
-Se llama amor y es lo que sentimos- Dijo él de mal humor. -Cosa que tu no consigues ni a tiros, así que no critiques que pierdes.
Aquellas palabras dolieron a Daniella, era cierto no estaba con nadie pero por deseo propio, le gustaba un chico pero era imposible. Hacía tiempo que se había rendido y nadaba como un barco a la deriva. Reprimió las ganas de llorar y lo miró mal.
-Para un amor como tu prefiero estar sola-le espetó- Eres un obsesionado.
-Ya desearías tu que el chico en cuestión fuese como yo- Sonrió él. -No estoy obsesionado con nada que sea malo así que la niña se calla.
-Mira idiota, no sé porque Lis te ha tenido que contar nada pero que algo te quede claro antes doy toda mi ropa que estar con alguien como tú, y no, no me callo, eres un crío y un descerebrado.
-Me gustaría ver cómo te desprendes de tu preciada ropa- Dijo él sonriendo aún más, sabía que se odiaban y ya le hacía hasta gracia. -Bueno chica diez, discrepo, soy bastante más listo que tu pero no quiero alardear.
-A la vista están tus notas -le dijo burlona -Además te hacen falta unas lecciones de estilo buen gusto educación y caballerosidad.
-Mis notas son simples números así que no me definen- Dijo él a la defensiva. -¿Sabes lo que me pasa? Que contigo me es imposible ser como tú quieres, porque no me sale.
-No me refería conmigo idiota-se apresuró a decir-Me refería en general, no hay más que verte, no sabes vestir para nada y mira que ya eres mayorcito.
-Primero visto como me sale de ahí ¿vale? Segundo eres la única que cree eso así que tienes a todos en tu contra.
-Claro, soy la única que no quiere acostarse contigo que es distinto -dijo ella con una sonrisa maliciosa-Bueno la única no porque si eres tan buen novio como dices creo que llevas una larga temporada y aun te queda otra más larga a dos velas.
-Por amor se hacen sacrificios que tu no entenderías jamás porque estás más sola que la una- Dijo él de mala gana. -Además no te interesa mi vida sexual ¿o sí?
Un golpe demasiado bajo para la chica, que a pesar de eso suspiro y se aguantó las lágrimas que amenazaban con salir.
-Estoy sola porque quiero -se defendió -Puedo tener al que quiera...Y no, no me interesa en absoluto porque me das asco.
-Si ya asco, sigue mintiéndote- Dijo el triunfador. -Por cierto, sólo una pequeña aclaración, ningún chico querrá nada contigo a este paso así que deja de ser tan cerradita si quieres algo.
-Mira eres un maleducado, y si me das asco, repugnancia, me raparía al cero antes de fijarme en alguien como tu -le espetó- Y te apuesto lo que quieras a que mañana a esta hora puedo estar con el que me dé la gana.
-¿Qué quieres apostar valiente?- Preguntó Justin riendo.
Otra vez tuvo que hacer un esfuerzo por aguantarse las lágrimas. Solo quería cerrarle la boca y demostrarle que ella estaba sola porque quería. No necesitaba a nadie para ser feliz, o eso es lo que se decía sí misma para auto convencerse de que todo iría bien.
-Quien pierda tiene que ser el criado del otro una semana -respondió
-Criado, no sirviente sexual- Dijo él con una sonrisa. -¿Entonces mañana tendrás un chico a tus pies, no?
-Claro que si idiota -contestó Daniella- Y en cuanto lo primero paso de que la palabra sexual este en ninguna oración referida a ti y a mí.
Justin sonrió y se acercó a ella y le levantó la cara con las puntas de los dedos para que estuvieran a pocos centímetros.
-Eso te gustaría ver a ti pequeña- Susurró.
Por un segundo se perdió en sus ojos color miel, sintió su vello erizarse y un escalofrío recorrió todo su cuerpo, Daniella nunca había estado tan nerviosa ni tan cerca de él. Cuando volvió en si le apartó la mano de su cara de un golpe.
-Punto uno: no me toques, punto dos: para ti me llamo Daniella.
Justin empezó a reírse, le encantaba ver su cara cuando no entendía algo.
-Entonces mañana hablaremos y veremos quien cumple el trato- Dijo Justin.
-¿Qué trato?- Preguntó una voz a la espalda de estos.
Lis había salido cuando habían estado demasiado cerca, había estado a punto de matarlos pero sabía que Justin podía hacer muchas cosas, pero no traicionarla, al igual que Daniella que era su mejor amiga.
-Pregunta al gilipollas de tu novio-respondió Daniella cabreada-En serio no sé por qué haces estas cosas Lis... No lo trago, y tengo que aguantarlo, pues no es justo.
Justin se encogió de hombros y se volvió a apoyar en la pared, no quería discutir con ella.
-Quiero que habléis, no entiendo porque os lleváis tan mal sin conoceros y para mi es difícil estar así...- Dijo Lis despacio.
-No pienso hablar con él-le dijo Daniella aun más enfadada por la actitud del chico-Y como vuelvas a hacerme algo así, otra encerrona más y juro que no te hablo más aunque me duela.
-Joder tampoco la hables así- Dijo Justin abrazando a su novia. -Ella no lo puede evitar y eres una egoísta obligándole a hacerlo con una amenaza.
-Tu cállate que la culpa de todo es tuya-dijo Daniella al chico-Y yo hago lo que me da la gana.-luego miró a su amiga-Me voy a casa, mañana nos vemos.
-No te vayas- susurró Lis. -Quiero estar con ambos...
-Lis discutiremos si estamos juntos- Le dijo su novio.
-No Lis, no pienso aguantarlo -dijo su amiga- A mi no me importa que pases tiempo con él. Es lo normal, pero no me pidas que yo también porque me niego.
-Haced lo que os de la real gana- Dijo ella enfadada, siempre la culpaban de todo.
Se quitó a Justin de encima y empezó a correr, quería alejarse de ellos como fuera posible.
-¡Mira lo que has hecho!- Exclamó Justin enfadado. -¡Lis vuelve por favor!- Dijo siguiendo a la chica.
-Pues tu misma-le gritó Daniella de lejos.
Empezó a andar en dirección contraria, quería llegar cuanto antes a casa, no entendía porque se tenía que poner así.
Cada vez que estaba de ese modo con Justin, Daniella se ponía más nerviosa que incluso en la noche en que llegaba el Lupus, aquel animal temido por todos que podía matarte o maldecirte si te interponías en su camino, o simplemente si le apetecía.
Mientras caminaba a su casa pensaba en que chico utilizar porque no iba a quedar mal con Justin e iba a ganar la apuesta. Estaba mal usar a las personas pero no podía permitirse perder ante Justin, tenía que demostrarle que estaba equivocado y que era un imbécil. Se tragaría sus palabras.
Se llevó las manos a las mejillas donde minutos antes habían estado los dedos de ese chico y sintió una lágrima caer, todo era demasiado difícil.
Mientras tanto Justin tras correr un poco había conseguido dar alcance a su novia.
-Lis por favor.
-No, estoy harta de que ambos seáis así sin ningún motivo, vete a casa, no quiero hablar contigo hoy- Dijo la chica que seguía caminando a toda prisa.
-Como quieras, luego dices que porque me enfado- Dijo Justin molesto y parando en seco. -Mañana nos vemos y espero que se te pase esta tontería.
No se dignó a hablarle más, salió de allí en dirección contraria casi corriendo. Su novia no entendía que ellos no podían ser amigos por mucho que lo intentasen, aunque tampoco sabía muy bien porque pasaba eso. Llegó a su casa y dio un portazo, no había nadie por lo que le dio igual, se fue a su habitación y encendió la cadena de música para despejarse un poco.
Lis también llegó a casa pero esta al encerrarse en su cuarto se puso a llorar, ella creía que hacía lo correcto con ellos, pero siempre salía mal.

A la mañana siguiente, Daniella había tratado de hablar con Lis, sin éxito. Aunque estuviese enfadada con su mejor amiga, no aguantaba, y sabía que esta vez la habían enfadado de verdad, pero ella no lo podía evitar, no aguantaba estar cerca de Justin, le dolía.
Mientras iba al instituto con Morgan y Chelsea, dos amigas suyas con las que estaba en el grupo de animadoras, les planteó que quería conseguir a Ronald Callway, era el capitán del equipo de rugby y el chico con el que peor se llevaba Justin.
La noche anterior mientras pensaba en a que chico utilizar, le vino a la cabeza este, así le daría aún más en la boca a Justin y se tendría que tragar sus propias palabras.
No se sentía bien utilizando a nadie pero no quería quedar como una cría e iba a seguir adelante.
Según Chelsea que había estado liada con el mejor amigo de Ronald, a este le gustaba Daniella y habían quedado para almorzar juntas y sentarse en la mesa con ellos.
Llegó al instituto y ya había sonado el timbre por lo que fue a su aula y ocupó su sitio junto a Lis. Al menos en persona conseguiría algo.
-Lo siento – susurró.
Lis no había vuelto a hablar con ninguno. Estaba harta de estar mal por su culpa, eran su novio y su mejor amiga y aún así seguían peleándose a la mínima oportunidad en la que ella se descuidaba y le dolía verlos así.
-No, tu no lo sientes, sólo te fastidia que no hable contigo- Dijo Lis sacando sus cosas.
-Eres mi amiga, y te quiero a ti, no a él, escucha, veo bien que paséis tiempo juntos pero te pido por favor que no me hagas que yo lo pase también Lis...
-Yo solo quiero estar con ambos... no quiero elegir a uno y desplazar al otro, eso no es nada justo...
-Pero no es posible - replicó Daniella- En serio Lis, no me cae nada bien, siempre acabamos peleándonos y nunca tendremos buena relación, trata de entenderlo.
-De verdad, no entiendo porque sois así, por separado estáis bien y es poneros en el mismo espacio y discutir…
-Porque no lo trago, simplemente eso - dijo Daniella cansada- Mira, tu querido novio siempre ataca a mis puntos débiles, y si no se te pasa el enfado no te puedo contar algo.
-¿Qué pasa?- Preguntó rápidamente.
Cuando Daniella le tenía que contar algo casi siempre era muy interesante y podía reírse sin problema, así se le olvidaría lo que pasaba.
-Hoy como en la mesa de los chicos del rugby.... Especialmente junto a Ronald – respondió.
-¿Cómo? ¿Te gusta? ¿Desde cuándo?- Preguntó sorprendida.
-Desde hace tiempo-mintió porque sabía que si le decía la verdad su amiga se opondría y le haría más daño.
-¡Qué bien tía!- Exclamó ella contenta. –A ver sí lo consigues.
-Si... a ver -dijo Daniella tratando de sonar convincente.
El profesor llegó y suspiró aliviada por dejar el tema, además Lis ya no estaba enfadada y se saldría con la suya, demostrando a Justin que ella si podía tener a cualquier chico. Irónicamente sonrió para sí misma, a cualquiera no y eso le dolía.
Con esa mezcla entre buen humor y desesperación paso la mañana hasta que llegó la hora del almuerzo y fue con Chelsea hasta la mesa de los chicos donde estaba Ronald, con sus imponentes músculos y su cabello rubio. El chico al ver a Daniella sonrió y la invitó a sentarse a su lado.
Justin había ido a buscar a su novia, sabía que estaría enfadada, pero al verla sonreír se extrañó un poco. La cogió por detrás y la besó cuando se giró ella misma. No parecía que fuera tan mal así que fue con ella de la mano a la cafetería y sonrió porque estaban bien.
-¿Sabías que Dani le gustaba Ronald?- Preguntó su novia.
Entonces toda esa felicidad se esfumó. Miró a la mesa donde se solía sentar el chico y allí estaban ambos hablando y sonriendo. No se podía creer que pudiera pasar y ser el criado de Daniella durante una semana.
-¿Lo aceptas?- Preguntó nervioso.
-Claro, así ella será feliz con él y podré estar más tiempo contigo tonto- Dijo ella abrazándolo.
Muy a su pesar se sentaron alejados de la mesa donde estaban Daniella y Ronald, aunque el campo de visión era estupendo para ver lo que hacía la chica con ese tío.
Ronald sonreía, nunca pensó que esa chica se acercase a él, la había observado y había preguntado aunque todos le habían dicho ella no estaba interesada en ningún chico. La rodeó con el brazo y le acarició el suyo.
-Este fin de semana hay una fiesta después del partido-le dijo.
-Ya, lo sé, supongo que iré-dijo la chica sonriendo.
-Podemos ir juntos-sugirió Ronald- Ya sabes el más guapo, y la más guapa.
Ella se sonrojó un poco y asintió con una sonrisa. Le gustaban esos cumplidos aunque ella sabía que no era la más guapa, así al menos se sentía bien consigo misma. Desde que lo dejo con Marcus, se había cerrado en banda a cualquier chico y no precisamente por su ex. Todo era demasiado complejo y a veces le dolía la cabeza cuándo se paraba a pensar en ello.
Siguieron comiendo hasta que sonó el timbre y Daniella corrió hacia Lis evitando mirar a Justin.
-Hemos quedado este fin de semana -le dijo a su amiga con una sonrisa.
-Que bien tía, quiero todos los detalles- Dijo ella sonriendo.
Justin la miró mal, no estaba dispuesto a ser su criado.
-¿Os habréis besado ya, no?- Preguntó con una sonrisa
-Eso no es de tu incumbencia idiota-respondió ella
-Era pura curiosidad por saber si lo tenías a tus pies- Dijo el riendo.
-Eres idiota -le dijo ella malhumorada-Me voy Lis me está esperando para ir a dar una vuelta, luego dime los deberes.
-No me tengas sirviéndote eh, aquí se viene a clase, hoy te lo paso porque me gusta eso de que tengas a alguien- Dijo Lis con una sonrisa.
-Que no tonta -le dijo Daniella contenta-Luego te llamo.
Sin decir nada mas fue al exterior donde estaba Ronald con el coche esperando, subió en él y sonrió al chico. Debía pensar un modo de besarlo pero Justin tenía que verlo de lo contrario saldría perdiendo ella.
En el coche fueron hasta el centro comercial de una ciudad que distaba solo media hora.
Y Daniella se sorprendió al comprobar lo ameno que se hizo el viaje. Estuvieron comprando ropa, y descubrió que ambos eran amantes de esta. Luego fueron a las zapaterías y por último atacaron las tiendas de perfumes y complementos.
En un principio no pensó que Ronald llegara a gustarle pero estaba gratamente sorprendida y se planteó olvidar a su amor imposible con él. Sabía que estaba más lejos que nunca de conseguir tener nada con ese chico, por lo que decidió sacarlo de su cabeza como fuese.
Después de casi tres horas de compras volvieron y Daniella le pidió que la dejase en casa de Lis pero al llamar al timbre su amiga no estaba sola, también estaba Justin.
Justin sonrió victorioso al verla allí, al final no tendría que hacer de criado que era lo único que le interesaba de ella en ese momento.
Lis la miraba sonriendo, estaba feliz de que por fin encontrara a alguien, así estaría menos preocupada por ella.
-¿Qué tal entonces?- Preguntó sonriendo.
-Muy bien -contestó feliz- Hemos ido de compras le gustan tanto como a mi...
Iba a seguir hablando pero el ruido de un motor la interrumpió, vio el coche de Ronald parar en seco y al chico bajarse de él con unas bolsas.
-Las olvidabas-le dijo con una sonrisa.
-Oh gracias -dijo Daniella sorprendida ante tal gesto de caballerosidad.
-¿Mañana te veo, no?-pregunto él.
-Claro, sin falta-respondió ella.
El chico se despidió pero antes de irse sujetó la cintura de Daniella con sus manos y unió sus labios en un beso largo, al separarse sonrió y empezó a andar en dirección al coche.
-Mañana nos vemos -le dijo antes de arrancar.
Daniella estaba sorprendida había ganado la apuesta y además Ronald era muy mono.
Justin maldijo en sus adentros, estaba convencido que eso no iba a pasar y ganaría él la absurda apuesta pero no era así y ahora se lamentaba de haberla hecho.
Lis empezó a dar pequeños saltos como una niña pequeña, emocionada por su amiga.
-Tía, tía, tía es monísimo- Dijo más que contenta.
-Si -sonrió triunfante Daniella- Además tiene buen gusto y es un caballero.
-Ya está tía, ahora tienes novio ¿no?- Dijo Lis. -Verás que bonito es el amor.
Lis dio un beso corto a Justin que seguía mirando perplejo a la chica que le había fastidiado el día.
-Eh no te adelantes-dijo su amiga-Lo estoy conociendo aun...Venía a ver si estabas sola pero me voy a mi casa mejor.
-No tía, me tienes que contar todo lo que ha pasado- Dijo Lis cogiéndola del brazo.
-Yo sí que me voy- Susurró Justin. -Tengo cosas que hacer en casa...
Daniella lo miró victoriosa, había ganado la apuesta y sería su criado. Aunque eso no la llenaba del todo, al menos tenía la satisfacción de haberle cerrado la boca de una vez por todas.
-Nos vemos mañana- Dijo Justin acercándose a su novia y dándole un beso largo.
Se fue de allí tranquilamente, había ido andando porque su casa estaba cerca y quería pensar en lo sucedido y en lo que podría mandarle de todo.
Lis sonrió al besarle y cuando le vio irse miró a su amiga con otra sonrisa.
-¿Entramos y me cuentas?- Preguntó.
Daniella había apartado la mirada con aquel beso, no le gustaba ver cuando se besaban. Cogió su móvil y buscó el numero de Justin.
“Has perdido, ahora te comes tus palabras. Recuerda una semana, tu primer encargo va a ser sencillo: Iras a la tintorería mañana sin falta a por mí uniforme“
Guardó el móvil y luego miró a su amiga con una sonrisa, ambas pasaron y tras subir las escaleras entraron en la habitación de Lis toda rodeada de motivos florales y con pósters de algunos animales, sobre todo perritos. Su amiga era una amante de la naturaleza, a diferencia de ella. No podrían ser más diferentes, pero por eso se querían tanto.
Lis la obligó a sentarse en la cama y ella se cruzó de piernas encima de esta.
-Desembucha- Mandó con una sonrisa.
Daniella la miró un segundo antes de hablar, no estaba contenta ni mucho menos, aquel asunto le era bastante indiferente, sobre todo por el hecho de que no sentía nada más que atracción física por el chico, pero no podía decirle la verdad, era demasiado dolorosa.
-Pues primero me ha invitado a ir con él a la fiesta, luego hemos ido de compras, lo hemos pasado realmente bien y tenemos muchas cosas en común, ahora te enseñaré un vestido que me ha elegido él, y bueno luego…el beso, no sé, parecía muy interesado en mi, según Chelsea de antes, pero no sé…
-Porque tú no te das cuenta ni de lo guapa que eres tonta- Dijo ella sonriendo. -Ese chico no paraba de mirarte y eso qué no me fijo mucho.
"Si fuese tan guapa lo tendría a él" pensó Daniella, pero no quiso decir nada a su amiga para no fastidiar su buen humor, que era mayor que el suyo propio. Se encogió de hombros y sintió ganas de llorar pero las reprimió y se limitó a mirar por la ventana.
Lis la miraba, en realidad la notaba rara pero supuso que era porque no estaba acostumbrada.
-Los primeros meses son los más bonitos, verás como al final acabáis juntos y sonríes todo el día- Dijo ella intentando animarla.
-No soy una cría - le espetó ella cabreada por todo- Te recuerdo que ya he estado con más chicos antes ¿O tu también piensas como tu novio?
-¿Qué dices?- Preguntó sin entenderla. -Yo sólo intento hacer que sonrías no quiero que te pongas borde conmigo.
-Hablas como si fuese una niñata que ha estado sola toda su vida - le espetó levantándose de la cama- Se te está pegando todo de ese idiota.
-Oye que ese idiota es mi novio, no me da la gana que lo insultes delante de mí. Vale que os llevéis mal pero a mí no me compares con tus asuntos.
-Venga que si, si eso mañana hablamos -le dijo enfadada a su amiga- Cada día te pareces más a él.
Y sin dar tiempo a que Lis reaccionase salió de la casa. Corrió hasta perderla de vista y luego liberó todas las lágrimas contenidas. Se sentía demasiado mal con toda la situación. Había hablado mal a su amiga, cuándo esta no tenía culpa, pero las palabras del día anterior de Justin habían dejado huella en ella y le dolían.
Nunca estaría con el chico al que ella quería. Nunca podría querer a nadie. Sus sentimientos estaban cerrados en torno a él y no sabía qué hacer con todo el dolor que la embargaba. Se sentía más pequeña de lo que era y cada célula de su cuerpo quería estallar y que aquel dolor cesara. Apagó el móvil, no tenía ganas de hablar con nadie y fue hasta su casa donde sin ni siquiera saludar a sus padres se encerró en la habitación.
Lis por su parte se quedó en la cama sin entender nada, ella no tenía la culpa de nada, al revés, intentaba animarla por lo de Marcus, pero no había remedio, sabía cómo era Daniella y no podía hacer nada para remediarlo. Se tumbó en la cama y miró al techo. Justin no era mala persona o al menos eso pensaba ella, no sabía porque se peleaban tanto y le preocupaba pero no se atrevía preguntar.


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jueves, 19 de diciembre de 2013

Introducción "Lupus Clavem".


Se dice que las desgracias nunca vienen solas y si preguntamos por ello a los cuatro protagonistas de esta historia, obtendremos por respuesta que es cierto. Sus vidas hasta el momento habían sido tranquilas, pero el alcohol y las noches de fiesta hacen estragos. 
Historias de amor, de celos, resentimiento, dolor, todo esto vendrá acompañado de una maldición. En ese pequeño pueblo dónde residen los protagonistas, existe un monstruo, el Lupus, este lobo sale del bosque una vez al mes e intenta asesinar a la mayor parte de la población. Todos lo toman como un lobo salvaje pero nadie sabe ni se imagina la verdad sobre él. Las autoridades gubernamentales han intentado pararlo pero todos sus hombres han sido asesinados en el intento.
Daniella, Lis, Harry y Justin serán los encargados de averiguar el por qué de esa especie de maldición y sobre todo de ponerle freno.

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